TORRE BLANCA_FUNDACIÓN STA. MARIA DE ALBARRACÍN / octubre 2009 - enero 2010
Curador Alejandro Ratia
Que el dibujo puede convertirse en una técnica autónoma lo demuestra a la perfección Nieves Torralba. En su caso, el dibujo no es un elemento auxiliar, ni un trabajo paralelo a otro, escultórico o pictórico, sino el objetivo central y obsesivo. Deriva de ese hecho la ambición en formatos y soportes, y el crecimiento desbordante de un imaginario gráfico muy particular.
Dentro del programa genérico Paisajes Interiores, que ha traído a la Torre Blanca de Albarracín a artistas muy diversos, en quienes se produce una inversión del concepto de paisaje, traducida en una mirada hacia dentro, hacia una naturaleza íntima, encaja a la perfección el mundo vegetal descubierto por Nieves Torralba.
Sus flores y plantas corresponden más a una verdad oculta que a una descripción de lo existente. No obstante, sus objetos plásticos tienen una presencia fuerte, de realidad contundente: perfiles precisos y detalles minuciosos. La disciplina estricta del blanco y negro apoyan esta minuciosidad, y aportan un sentido volumétrico extraordinario. De algún modo, si sus flores nos interesan tanto y nos resultan tan atractivas como espectadores es porque, oscuramente, las compartimos con ella. Las ha dibujado de nuestros sueños. Se trataría, por lo tanto de emblemas, de una vegetación simbólica y compartida, de una realidad mayor que la que corresponde a las plantas y flores que se marchitan. Por eso su aspecto es metálico y extraño.
Junto a las flores, Nieves Torralba dibuja también las palabras, en unos trabajos inspirados por su experiencia mexicana. La convivencia de estos textos, donde las palabras se cruzan, a modo de palimpsestos, con sus curiosas flores demuestra que las letras forman también parte de la botánica imaginaria.
Torre Blanca. Flores Negras
Curador Alejandro Ratia
Que el dibujo puede convertirse en una técnica autónoma lo demuestra a la perfección Nieves Torralba. En su caso, el dibujo no es un elemento auxiliar, ni un trabajo paralelo a otro, escultórico o pictórico, sino el objetivo central y obsesivo. Deriva de ese hecho la ambición en formatos y soportes, y el crecimiento desbordante de un imaginario gráfico muy particular.
Dentro del programa genérico Paisajes Interiores, que ha traído a la Torre Blanca de Albarracín a artistas muy diversos, en quienes se produce una inversión del concepto de paisaje, traducida en una mirada hacia dentro, hacia una naturaleza íntima, encaja a la perfección el mundo vegetal descubierto por Nieves Torralba.
Sus flores y plantas corresponden más a una verdad oculta que a una descripción de lo existente. No obstante, sus objetos plásticos tienen una presencia fuerte, de realidad contundente: perfiles precisos y detalles minuciosos. La disciplina estricta del blanco y negro apoyan esta minuciosidad, y aportan un sentido volumétrico extraordinario. De algún modo, si sus flores nos interesan tanto y nos resultan tan atractivas como espectadores es porque, oscuramente, las compartimos con ella. Las ha dibujado de nuestros sueños. Se trataría, por lo tanto de emblemas, de una vegetación simbólica y compartida, de una realidad mayor que la que corresponde a las plantas y flores que se marchitan. Por eso su aspecto es metálico y extraño.
Junto a las flores, Nieves Torralba dibuja también las palabras, en unos trabajos inspirados por su experiencia mexicana. La convivencia de estos textos, donde las palabras se cruzan, a modo de palimpsestos, con sus curiosas flores demuestra que las letras forman también parte de la botánica imaginaria.
La sirena inconforme, 2009
Tinta y grafito sobre papel
50 x 70 cm
El palomo. Son txlitleco, 2009
Tinta y grafito sobre papel
50 x 70 cm
Atlas imaginario, 2009
Tinta y grafito sobre papel
50 x 70 cm
La perfección puede matar, 2009
Tinta y grafito sobre papel
50 x 70 cm
Hyakinthos sapio, 2009
Punta de plata sobre papel
28 x 21,5cm
Maya danielis, 2009
Punta de plata sobre papel
28 x 21,5 cm
Perfume de flores negras XVII, 2007
Lápiz grafito sobre papel
70 x 50 cm
Perfume de flores negras XVIII, 2007
Lápiz grafito sobre papel
70 x 50 cm
Hyakinthos intricata, 2009
Lápiz grafito sobre papel
70 x 50 cm
Kaktos roseus, 2009
Lápiz grafito sobre papel
70 x 50 cm
Dolbandia tormentosa, 2009
Lápiz grafito sobre papel
70 x 50 cm