ART A LES ERMITES DE SAGUNT / Generalitat Valenciana / 17 de julio -15 de septiembre 2009.
Intervenciones: Nives Torralba, Javier Codesal, Baltazar Torres, Germán Gómez, Armando Mariño, José Albelda, Ricardo Calero, Kaoru Katayama.
2009
600 cm x 600 cm
El árbol ha sido considerado desde siempre como una manifestación de la presencia divina, al poner en contacto el mundo celestial, el terrenal y los infiernos.Para la religión cristiana, el árbol tiene un simbolismo fundamental (Génesis 2,9).Dos son las ideas que vertebran esta intervención. Por una parte proponemos la unión de la ermita (edificio construido por el hombre, 1814) y el árbol plantado hipotéticamente ese mismo año, que cumpliría 195 años. El edificio y su edad biológica, el edificio como ser vivo (verticalidad-edificio-árbol-medida)Por otra, las imágenes de las pinturas de los claustros franciscanos de Malinalco y Huejotzingo (s.XVI, México), que visité en 1994 y 2007 respectivamente.En esta intervención en la ermita de San Blas y Santa María Magdalena de Sagunto, se unen el motivo (el árbol de la vida) y el lugar (mediante una intervención mural “pegada” a la superficie encalada) que transforma el edificio en jardín.La caligrafía tiene un componente innegablemente ritual, basado en la repetición de un modelo. Repetición que hecha palabra (caligrafía) o formas (dibujo) se ha convertido en el elemento vertebrador de esta construcción mística, de este árbol de la vida.
Agradezco la inestimable colaboración de Dani Nebot.
Peregrinatio. La Mística
Curadores Fernando Castro, Tomás RuizIntervenciones: Nives Torralba, Javier Codesal, Baltazar Torres, Germán Gómez, Armando Mariño, José Albelda, Ricardo Calero, Kaoru Katayama.
2009
Árbol de la vida
Pintura al silicato sobre muro encalado600 cm x 600 cm
El árbol ha sido considerado desde siempre como una manifestación de la presencia divina, al poner en contacto el mundo celestial, el terrenal y los infiernos.Para la religión cristiana, el árbol tiene un simbolismo fundamental (Génesis 2,9).Dos son las ideas que vertebran esta intervención. Por una parte proponemos la unión de la ermita (edificio construido por el hombre, 1814) y el árbol plantado hipotéticamente ese mismo año, que cumpliría 195 años. El edificio y su edad biológica, el edificio como ser vivo (verticalidad-edificio-árbol-medida)Por otra, las imágenes de las pinturas de los claustros franciscanos de Malinalco y Huejotzingo (s.XVI, México), que visité en 1994 y 2007 respectivamente.En esta intervención en la ermita de San Blas y Santa María Magdalena de Sagunto, se unen el motivo (el árbol de la vida) y el lugar (mediante una intervención mural “pegada” a la superficie encalada) que transforma el edificio en jardín.La caligrafía tiene un componente innegablemente ritual, basado en la repetición de un modelo. Repetición que hecha palabra (caligrafía) o formas (dibujo) se ha convertido en el elemento vertebrador de esta construcción mística, de este árbol de la vida.
Agradezco la inestimable colaboración de Dani Nebot.
Ermita de San Blas y Sta. María Magdalena. Sagunto.
Árbol de la vida, 2009 Punta de plata sobre papel
Pintura al fresco, Claustro Franciscano de Huejotzingo (s. XVI), México